El Día de San Valentín, celebrado cada 14 de febrero, tiene un origen religioso vinculado a San Valentín de Roma, un mártir cristiano que, según la tradición, desafió las órdenes del emperador Claudio II al casar en secreto a parejas jóvenes. Con el tiempo, esta festividad se ha transformado en una celebración global del amor y la amistad.
De festividad religiosa a evento comercial
Originalmente, San Valentín fue establecido por la Iglesia católica para reemplazar festividades paganas romanas, como las Lupercales, donde se rendía culto a la fertilidad. A lo largo de los siglos, la conmemoración fue perdiendo su carácter religioso y adoptando un significado más romántico, consolidado en la Edad Media con la poesía trovadoresca y, posteriormente, con el intercambio de cartas y regalos.
En la actualidad, el 14 de febrero es una de las fechas más esperadas por parejas y amigos que buscan demostrar su cariño. Las flores, especialmente las rosas rojas, los chocolates y las cenas románticas son algunas de las formas más comunes de celebrar este día. Además, el auge de las redes sociales ha impulsado nuevas maneras de expresar amor, desde publicaciones hasta videollamadas en la distancia.
Más que amor romántico
Aunque tradicionalmente se ha asociado con las parejas, en muchos países el Día de San Valentín también celebra la amistad y el cariño entre familiares y amigos. En lugares como Finlandia y Estonia, por ejemplo, la fecha se conoce como el Día de la Amistad, mientras que en países de América Latina, además del romance, se resalta el valor de la fraternidad.
Independientemente de cómo se celebre, San Valentín sigue siendo una fecha especial en la que las personas expresan sus sentimientos y refuerzan los lazos con sus seres queridos.