Corea del Sur ha vivido este martes una jornada incierta por la proclamación de la ley marcial por parte del presidente Yoon Suk-yeol. El mandatario ha anunciado esa medida sin previo aviso tras acusar a la oposición de llevar a cabo «actividades antiestatales» vinculadas a Corea del Norte. Ya de madrugada, Yoon ha decidido revocarla y ordenar la retirada de los militares desplegados tras haber sido rechazada previamente por la Asamblea Nacional.
El sorpresivo anuncio, que se ha llevado a cabo a primera hora de la noche, ha provocado el desplazamiento de militares hasta la cámara baja surcoreano, donde se han encontrado con manifestantes y la oposición de parlamentarios que han tratado de impedir su acceso con extintores. Nada más conocerse la medida, el presidente de la Cámara baja, Woo Won-shik, ha convocado la votación para su derogación, que se ha aprobado con el voto unánime de los 190 parlamentarios que estaban en ese momento en el hemiciclo del total de 300.
En todo momento, la medida ha sido fuertemente . A raíz de su aprobación líder del opositor Partido Democrático, Lee Jae-myung, ha señalado que «cualquiera que actúe bajo las órdenes de los comandantes de Yoon estará violando la ley, ya que es inválida».
La decisión del presidente surcoreano tampoco ha contado con el apoyo de sus compañeros de partido. El líder del gobernante Partido del Poder Popular, Han Dong-hoon, ha señalado que «la declaración de la ley marcial es errónea», además de instar a Yoon para que revocase el decreto.
De acuerdo con el Artículo 77. 1. de la Constitución de Corea del Sur de 1948, si el presidente proclama el estado de ley marcial (en este caso, y por su naturaleza, se trata de una ley marcial ‘extraordinaria’) «se procederá a la movilización de las fuerzas militares para mantener la seguridad y el orden públicos».