Los ministerios de Salud Pública, Educación y Agricultura, junto con el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), trabajan de manera conjunta para prevenir intoxicaciones por plaguicidas en áreas escolares y garantizar la seguridad de estudiantes y personal docente. Esta iniciativa incluye medidas de regulación para el uso de plaguicidas y la implementación de protocolos de prevención.
Coordinación y medidas preventivas
En una reunión celebrada este lunes, los representantes de estas entidades acordaron validar los permisos para las fumigaciones y establecer horarios permitidos para realizar estas actividades. Según el ministro de Salud, Víctor Atallah, “es fundamental que unamos esfuerzos para proteger la salud de nuestros estudiantes y personal que labora en las escuelas. Solo trabajando juntos podremos prevenir riesgos y garantizar entornos más seguros para nuestra población”.
El encuentro también buscó reactivar la mesa técnica para abordar el problema de las intoxicaciones por plaguicidas, definir protocolos específicos y proponer una resolución conjunta que contemple medidas preventivas, normas claras y sanciones para quienes incumplan las regulaciones establecidas.
Actualización de normativas y nuevas guías
El viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez, informó que los equipos técnicos están revisando las normativas existentes para actualizarlas según las necesidades actuales. Además, en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Ministerio de Salud ha desarrollado la “Guía de diagnóstico y tratamiento de intoxicaciones agudas por plaguicidas”. Este documento tiene como objetivo fortalecer la capacidad del personal de salud para identificar y manejar casos de intoxicación.
Programas de toxicovigilancia
En el marco de estas iniciativas, se han desarrollado programas de prevención y toxicovigilancia. Entre ellos destaca la creación del Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico, diseñado para ofrecer orientación en la prevención y tratamiento de casos de intoxicaciones por sustancias químicas peligrosas.
Esta colaboración interinstitucional representa un esfuerzo importante para proteger la salud en entornos escolares y minimizar los riesgos asociados con el uso de plaguicidas en el país.