Previo al inicio de los juegos en el Estadio Quisqueya, el bullicio no solo se siente dentro del recinto deportivo, sino también en sus alrededores, donde surge un problema cada vez más visible: los parqueadores informales que utilizan las aceras como estacionamientos improvisados.
El auge de los juegos de béisbol atrae a miles de fanáticos, pero la limitada capacidad de los parqueos oficiales ha dado lugar a un lucrativo negocio para estos ¨joseadores¨. Sin embargo, lo que para algunos representa una solución rápida, para otros es un problema creciente que afecta tanto el tránsito como la infraestructura urbana.
Las aceras, recientemente remozadas por el proyecto de rehabilitación impulsado por la Alcaldía del Distrito Nacional, en peligro de deteriorarse por el constante peso de los vehículos estacionados. Este deterioro no solo pone en riesgo la inversión pública, sino que también afecta a instituciones cercanas, como el Hospital General de la Plaza de la Salud, cuyas inmediaciones se ven colapsadas por el caos vehicular.
El problema, que parece intensificarse en cada temporada, requiere una intervención urgente para garantizar tanto el respeto a las normas de tránsito como la preservación de los espacios públicos. Mientras tanto, la imagen de las aceras ocupadas por vehículos sigue siendo una estampa recurrente en cada jornada de béisbol.